domingo, 1 de abril de 2018

Alimenta tu cerebro (evento cultural 3 NA)


  • Descripción del evento


Durante las vacaciones de semana santa se realizó una visita a diferentes restaurantes de Cuatla en el Estado de Morelos para poder conocer más sobre la gastronomía.
  
  • Relevancia en el ámbito educativo


Como es bien sabido la gastronomía es parte de la riqueza de nuestro país, tanto que es considerada como un patrimonio cultural de la humanidad.
Al igual que la educación, la cocina mexicana ha experimentado innovaciones y adaptaciones constantes a las nuevas demandas que se exigen, implementan nuevas técnicas culinarias esto claro sin perder el toque mexicano que la diferencia con las del mundo. Es una costumbre de la sociedad elaborar platillos para fechas estipuladas o por simple tradición familiar.
La preparación de alimentos es un proceso que se transmite de generación en generación y que evoluciona con el toque de cada persona.


  • Aplicación en la asignatura
La comida no solamente satisface el hambre si no que al mismo tiempo crea emociones desde su sabor, su olor, su color y su textura. El cerebro influye en la comida desde el área del lóbulo temporal que es el que se encarga de las emociones en el sentido del gusto.
Cuando probamos algún alimento, el sabor impacta primero en las papilas gustativas de la lengua y el paladar y produce una reacción que viaja de forma inmediata a través de las neuronas de los nervios faciales hasta llegar al cerebro que lo percibe como algo aceptable o rechazable en el caso de que no nos guste el sabor.
Cuando pasamos mucho tiempo sin comer, ocurre un proceso con las neuronas que inducen al hambre poniendo en marcha un proceso llamado autofagia, que es un mecanismo matral de autodestrucción, a través del que las células se reciclan y desechan estructuras internas que ya no les son útiles. De este modo, cuando el cuerpo detecta niveles bajos de azúcar lo detecta y modifica las propiedades de los neuropéptidos que son los que se encargan de informar a nuestro cuerpo de que tenemos hambre.




Como los neuropéptidos son los portadores de la información que el cerebro envía al resto del cuerpo, modificar el mensaje que contienen puede llegar a condicionar nuestro comportamiento. Es por ello que se ha llegado incluso a considerar que si se modifica el mensaje pueden existir repercusiones en nuestra conducta  o se pueden expresar propiedades sobre procesos psíquicos como la afectividad, la motivación, el aprendizaje o la memoria. En este caso, nos ayudan a entender el por qué nos puede llegar a cambiar tanto el carácter cuando tenemos hambre. Es por esto que la principal energía que necesita el cerebro para funcionar es la glucosa que proviene de comer alimentos ricos en carbohidratos, como cereales, legumbres, frutas y vegetales, así como productos lácteos, pero, además, necesita otros nutrientes como son: las vitaminas, los minerales, los ácidos grasos y las  proteína.
Cabe menciona que un exceso o un defecto del nutriente necesario pueden afectar al sistema nervioso, puesto que una alimentación desequilibrada puede producir carencias específicas de algunos de los nutrientes, que se manifiestan mediante síntomas o sensaciones como apatía, desgana, irritabilidad, ansiedad, entre otras.

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